
La decisión de Stellantis de cancelar los contratos con los concesionarios ha generado un revuelo que ha salpicado a la posventa
La decisión del Grupo Stellantis de cancelar los contratos con sus redes de concesionarios en 2023 ha generado un importante revuelo en todo el sector, no solo de la distribución de vehículos, sino también de la posventa oficial. Si hace unas horas nos hacíamos eco de las valoraciones de la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles (AMDA) sobre los negocios de posventa, ahora son los servicios oficiales, representados por Fagenauto, los que alzan la voz.
Y lo hacen para solicitar «un diálogo entre las partes orientado al consenso que tenga en cuenta que los estándares estén ajustados a los volúmenes de negocio de cada zona y las inversiones realizadas pendientes de amortización». Las compañías hacen este llamamiento «con la autoridad que les confiere su lealtad a las marcas del Grupo y su más que demostrado compromiso con el desarrollo de negocio de cada una de ellas», señalan desde Fagenauto.
Y es que este anuncio unilateral por parte de Grupo Stellantis de la cancelación de los contratos con sus redes de distribución ha generado mucha incertidumbre y preocupación entre los servicios oficiales de las marcas del grupo. «El compromiso de las empresas representadas por esta Federación con la consecución de los objetivos marcados por el grupo es incuestionable y se concreta clarísimamente en las inversiones realizadas por los servicios oficiales, en muchos casos sin aún sin amortizar», explica la entidad.
«Una nueva elevación de los estándares, sin tener en cuenta el contexto concreto de los mercados locales de cada servicio oficial, o incluso una posible reestructuración y reducción de las redes, podrían comprometer la viabilidad de numerosos negocios y representar la pérdida de muchos empleos».